Casa de oración Rema Mar Adentro
En el jardín de nuestro monasterio, separado del recinto de la clausura, tenemos un bonito edificio con su capilla y claustro. Esta construcción está destinada a dar un servicio, como lugar de retiro, para que podáis sentir aquí, como nosotras, la cercanía del Señor.
Con capilla, comedor, espacios de recreo, habitaciones y un amplio huerto, el conjunto se presta para que vengan personas que buscan a Dios.
Varias son las oportunidades que el espacio nos permite ofrecer: Encuentros «Descázalte», retiros y convivencias.
Retiros
Mi experiencia con las hermanas ha sido maravillosa.
Todo comenzó una tarde de verano mientras pasaba el tiempo en mis redes sociales llegó a mis odios que había una convivencia con las hermanas Agustinas Descalzas en un pueblecito de Valencia.
En ese momento lo puse todo en manos de Dios y finalmente no pasé ese verano por ahí. Pero, un día de octubre, me llamó una de las chicas para poder pasar unos días con las hermanas en oración. Me llevé una alegría tremenda y me puse a prepararlo todo…
Llegó el día, y tanto mi amiga y yo llegamos muy nerviosas al convento, no sabíamos muy bien dónde íbamos, pero fue mucho mejor de lo que podíamos imaginar.
Las hermanas nos atendieron como una verdadera familia, pusieron todas sus atenciones hacia nosotras, nos ofrecieron todo lo mejor que tenían.
El primer día allí ya empecé a descubrir que Dios tenía algo que revelarme poco a poco y gracias a las charlas de la hermana Gemma algo nuevo entró en mi corazón.
Fueron 4 días estupendos donde tanto mi amiga como yo estuvimos en contacto con Jesús de una manera muy especial, disfrutábamos de los paseos por las noches al igual que pudimos escuchar los testimonios de las hermanas, tanto más mayores como más jóvenes.
Fueron unos días maravillosos donde Jesús volvió a entrar en nuestro corazón.
Las hermanas son el verdadero ejemplo del amor de Jesús.
Hola, soy Gema Ros, tengo 26 años y he venido desde Valencia a hacer un retiro de tres días, me invitó la hermana Gemma.
Vine un poco triste y muy dispersa, me costaba mucho rezar bien, estaba muy necesitada del silencio interior.
Aquí me he dado cuenta de lo importante que es la intimidad con Dios y de la necesidad que tengo que ella.
He vuelto a conectar con Él y estoy muy contenta por ello.
Estoy aprendiendo a sentirme amada por Dios, por Jesús, todavía me cuesta.
Quiero que el amor de Dios sea el motor de mi vida.
También me ha ayudado mucho hablar con la hermana Gemma, me ha dado mucha luz.
Me presento. Mi nombre es Teresa, tengo 26 años y vivo en Vila-real, Castellón. Conocí a las Agustinas Descalzas de Benigánim a través de las redes sociales, en Instagram.
El Señor me permitió poder hacer un retiro con ellas en diciembre de 2022. Estuve de lunes a jueves. Lo hice acompañada por otra joven. La experiencia fue maravillosa, el objetivo de éste era sanar y discernir.
Todos los días las hermanas nos proponían una o dos tandas de preguntas, y durante las horas de oración o los ratos libres, las rezábamos y las respondíamos personalmente. Luego las compartíamos con las hermanas y seguidamente nos hablaban, principalmente, de la Santísima Trinidad. El primer día lo dedicamos a Dios Padre, el segundo a Dios hijo y el tercero a la gracia de Dios, al Espíritu Santo. El último día hablamos de las distintas vocaciones y de cómo interpretarlas.
Estos días me vacié del mundo ruidoso y me llené de Dios. Es necesario parar y escuchar a Dios desde el silencio. Le pedí al Espíritu Santo que me abriese el corazón para llenarme de Él.
La noche del día 7 hicimos la vigilia de la Inmaculada. Estaba el Señor expuesto, no le apartamos la mirada y escuchábamos canciones preciosas, leímos la Palabra y compartimos reflexiones sobre el Evangelio.
Estos días el Señor verdaderamente me habló. Me ayudó a ver la vida de diferente manera. Me confirmó que está a mi lado cada día a todas horas aunque no pueda verlo con el sentido de la vista. Me ayudó a seguir trabajando el dejarlo todo en Sus manos. Mis preocupaciones. Estoy eternamente agradecida a las hermanas por hacerme pasar estos días tan bonitos y necesarios.
Animo a todas las jóvenes que estén pasando por un momento de confusión a hacer este retiro. No tengáis miedo, acercarse más a Dios es la cosa más bonita que he experimentado nunca.
Un abrazo en el Señor, que Dios os bendiga.
Mi nombre es Jessica, tengo 28 años. Conozco esta Orden ya desde 2014 o más. Siempre que he podido, he acudido a todos los encuentros.
Soy de la Renovación Carismática Católica de Valencia (Nueva Jerusalén).
No hará poquito, mi amiga Gema se encontraba en un encuentro, y fue entonces cuando hablando por WhatsApp, me dijo que iba a ir a un retiro y me invitó. Así que, sin pensármelo dos veces dije que sí. Mi cara cambió por completo, sentía mucha alegría de volver. Siempre me ha gustado ir y estar, siempre he estado muy a gusto, sobre todo con las hermanas.
Es mi segundo retiro y la verdad, es que iba sin expectativas ya que ir con expectativas a los sitios no siempre es bueno. Para mí este retiro ha sido como encontrarme un poco más a mí misma, darme paz, mucha paz, la que mi corazón anhela cada día y necesita. Lo he vivido super bien y me lo pasé increíble con mis hermanas de comunidad y con Jovita. Ambas, todas, hemos compartido mucho para ser tan pocos días y la verdad es que yo me quedé con ganas de más. Muy intenso pero he sido muy feliz aquí.
La primera adoración, fue super bonita, llenaba tanto y fue tan profunda que era inexplicable lo que sentía. Me tocó una palabra que justamente dije: ¡Mira cómo es el Señor!
Doy gracias a Dios por todo lo nuevo que me está dando, por mi vida, por mi historia, por mi presente, por todas las personas que me han acercado a Él y han hecho que lo conozca, porque sin Dios no sería quien soy ahora. No sería nada. Me hace darme cuenta de ver como Dios me fortalece aún y me da paz aún en los momentos de Guerra y de ver que no hay mayor amor que el suyo, mas ¿Qué haríamos nosotros, si no tuviéramos el amor de Dios? El amor de Dios para mí se basa en su Misericordia. Él murió en la Cruz por nosotros, para librarnos del pecado. No hay mayor amor que ese, el suyo. Estoy segura de que si toda la tierra, conociera un poquito a Jesús, el mundo, la sociedad que conocemos hoy día y en la que convivimos, sería totalmente diferente.
Eso ha significado este retiro para mí.
Hola, me llamo Ana y tengo 27 años. Este verano tuve la oportunidad de pasar un fin de semana con las Hermanas Agustinas Descalzas de Benigánim, fue un retiro vocacional donde estuve acompañada en todo momento por un seminarista y un sacerdote que iban guiando las dinámicas.
Desde el primer momento me sentí muy acogida por todos, la alegría y el amor que desprendían las hermanas era increíble, cuidaron hasta el mínimo detalle para que me sintiera en casa aun sin conocerme.
La verdad es que yo nunca había hecho un retiro de ese estilo, era la primera vez y me pareció muy interesante, ya que, a medida que iba pasando el tiempo y me iban conociendo, adaptaron dinámicas a mí para que no me agobiara y me sintiera cómoda.
Sin duda, repetiré pronto, es una experiencia que sana mucho y creo que merece la pena vivir.
RETIROS
El sábado 18 de marzo tuvimos en la casa de Retiros “Mar adentro” de las Agustinas Descalzas de Benigánim el retiro de conclusión de las catequesis impartidas por las Hermanas del Arca de María, para la Consagración a la Virgen María según el método del Tratado de la verdadera devoción a la Virgen María, de San Luis María Griñón de Montfort.
Gozamos en este maravilloso lugar, donde el silencio y la paz que se respira permiten un encuentro personal con el Señor.
Es un sitio privilegiado por lo que allí vivió la Beata Josefa María de Santa Inés, que, aunque ya algo lejano en el tiempo, sigue vivo en el pueblo de Benigánim, alrededores y muchos lugares también lejanos donde ha llegado la noticia de los grandiosos acontecimientos vividos por esta Hermanita Agustina de este convento.
Agradecemos la amable acogida de las Hermanas Agustinas, que nos permitieron el deleite de este encantador enclave donde se siente tan cerca el perfume celestial.
Inma Furió